A igualdad de precio, las farmacias podrán dispensar cualquier tipo.
Los laboratorios con fármacos de marca consiguieron ayer su mayor reivindicación desde el año 2012: eliminar la discriminación positiva que la ley del medicamento establece con los fármacos genéricos.
Desde ese año, aunque un medicamento de marca y su genérico cuesten lo mismo, el farmacéutico estaba obligado a vender la copia del original, una circunstancia que ha hecho que los laboratorios innovadores hayan bajado su facturación en las farmacias un 30% de media desde entonces.
Así, a partir de ahora, cuando la prescripción se realice por principio activo, el farmacéutico dispensará el fármaco de precio más bajo de su agrupación homogénea.
Si la prescripción se realiza por denominación comercial, si el medicamento prescrito tiene un precio superior al precio menor de su agrupación, el farmacéutico sustituirá el medicamento prescrito por el de precio más bajo.